domingo, 16 de junio de 2013

SALMOS DEL VIOLONCELLO XI



Respiro hondo
Muy hondo y el aire llena mi pecho
Vuelvo a respirar y el cielo ya es parte de mí
Y miro a lo lejos y existen bellas cosas
Un río
Un bosque y un valle

Es cierto que estás aquí
Y me haz llenado de tu soplo claro

Camino erguido sin soberbia ni vanidad porque Tú me alzas
Después de ver mi pobreza sincera Tú me alzas
Me dejas caminar mirando a lo alto
Y me elevas con este oxígeno pleno que me ilumina el alma
Yo te beso las manos con mi canto breve al exhalar el aire que me das

Me siento en lo alto y disfruto de tu concierto
De esa sonata de nubes y luz pura.



Del poemario: 
Salmos del Violoncello (1999)



ZL


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