Respiro
hondo
Muy
hondo y el aire llena mi pecho
Vuelvo
a respirar y el cielo ya es parte de mí
Y
miro a lo lejos y existen bellas cosas
Un
río
Un
bosque y un valle
Es
cierto que estás aquí
Y
me haz llenado de tu soplo claro
Camino
erguido sin soberbia ni vanidad porque Tú me alzas
Después
de ver mi pobreza sincera Tú me alzas
Me
dejas caminar mirando a lo alto
Y
me elevas con este oxígeno pleno que me ilumina el alma
Yo
te beso las manos con mi canto breve al exhalar el aire que me das
Me
siento en lo alto y disfruto de tu concierto
De
esa sonata de nubes y luz pura.
Del poemario:
Salmos del Violoncello (1999)
ZL
.:.
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