1.-
Mi
pecho sabe a arenas extensas
Mi
pecho está seco
Al caminar
largos años
Y su
sencillez de claro madero
Se ha
gastado
Estoy
triste
Y desde
estas tierras de dunas
Y soles
aguerridos
Te
lanzo estas piedrecitas a tu ventana
Alto
vitral de tu invisible casa
Aquí me
tienes
Pobre
como siempre
Diluido
en dolores ocultos
Con una
carga nueva
Un
cansancio que sabe a pena
Estoy
opaco
Por no
verte como quisiera
Por
sentirte tan callado
Tan
expectante por mí
Por mí
Que no
sé distinguir entre mis manos
Que no
sé leer el viento
Ni
cantar alegre en medio de la lluvia
Mírame
mi Dios
Ve
estos ojos pardos
Gastados
de mirar el horizonte
Que
siempre se aleja
Cansado
de amar
Poco y
todo
Nada y
menos
Ven a
mi noche
A mi
desierto
Desde
donde a Ti clamo
Como
quien lanza piedrecitas
A la
ventana de la amada
A plena
noche
Silenciosa
Soñolienta
Para
que se inicie el encuentro
Luminosamente
tibio
Furtivo
y por poco
Eterno.
2.-
Me
estoy quemando
Con
estas escarchas que me brotan
Me estoy
sofocando
En
medio de este manto antártico
Ay mi
Dios
Por qué
te tardas
Yo pido
tu voz
Tu
abrazo
Y nada
Sólo el
silencio más robusto
Sólo la
luz más tenue
Solo el
roce más fugaz
No vez
acaso mis dolores
Tú que
todos los sufriste
No vez
mi caminar a tientas
El
absurdo que me llena los ojos
No vez
acaso mi pena
Mi
silenciosa desdicha
De
tener la hoguera apagada
Aquí
En el
centro de la vida
Pues la
razón ha sido fiera
La
esperanza huérfana
Y el
amor difuso
Entre
los cactus de la aurora
Te
lanzo mis dardos
Mis
saetas quemantes
A las
lejanías de tus moradas
Y no
vuelve respuesta
Dime si
me vez en estas soledades
Dime si
escuchas mi elegía
Donde
no queda espacio
Para
nada más que para el clamor
Yo tuve
años de flama
Tuve
ojos ardientes y espadas rojas
Llenas
de la sangre de mis enemigos
Y llena
del fuego de los cielos
Pero
hoy me tienes aquí
Derrumbado
bajo el pie del silencio
Bajo la
garra asesina de una noche
Que no
se quiere ir
Ven con
tu alborada
Sólo
ven a librarme
Y
bésame las llagas
Para
que sane por siempre
Bésame
la pena
Para
que se desarme en sonrisas
Y
bésame la esperanza
Para
que brote como aurora boreal
En
plena noche y desierto.
3.-
Varias
veces has llegado a mi choza
Con tus
obsequios de vida y de luz
Yo
estupefacto
Me he
levantado
Y no
sabiendo qué decir
Te he
besado los pies
Que
misteriosamente no cubres
Varias
veces me has venido ha ver
Por las
noches
Justo
en medio de mis pesadillas
Y con
tu brazo de padre
Has
espantado a los que me espantaban
Como
quien aparta las moscas
De un
pequeño panecillo de miel
Varias
veces me has dicho al oído
Que me
amas
Que me
tiene gran cariño
Y yo te
he respondido con dos o tres lágrimas
Y Tú
has sabido entender
Y me
has alzado como el niño que soy
Para Ti.
Del libro: Poemas Nueve, 2009.
ZL
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